Presentación

uando las emociones, sentimientos y pensamientos nos hacen sufrir descubrimos que es más doloroso y limitante en nuestras vidas de lo que imaginábamos.

A menudo no sabemos por qué nos ocurre ni por qué no podemos dominarlo y eso puede hacernos sentir impotentes. Incluso podemos pensar que sería preferible un problema físico que pudiéramos combatir de forma rápida, aunque fuese con cirugía.

Cada uno somos únicos, con características, historia y experiencias diferentes. También, siendo niño, adolescente, joven, adulto o persona mayor nuestras condiciones de edad y de entorno son determinantes.

Si estamos sufriendo no nos obliguemos a seguir luchando sintiéndonos cada vez más solos en nuestra dificultad. Existen maneras de ser ayudados de forma profesional e individualizada pudiendo restablecer un bienestar psicológico, emocional, somático y social.

Cuando es nuestro hijo quien padece el sufrimiento puede ser desgarrador sentir que nuestro apoyo y dedicación no es suficiente, pedir ayuda especializada será la mejor manera de ayudarle.

Si no dudamos en consultar cuando se trata de un problema físico, ¿por qué no consultar cuando el sufrimiento es psíquico?

Quiero poner mis conocimientos y experiencia de más de 20 años a tu servicio para que en mutua colaboración podamos encontrar una solución.